Lenguaje, tradición, danza, ritual, religión

Hoy se celebra en Venezuela la festividad de los Diablos Danzantes, por motivo del Día de Corpus Chirsti; una de las celebraciones religiosas, culturales y artísticas más antiguas del país, declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el 2012. Cabe destacar que en la actualidad hay 11 cofradías que los celebran y que han sido reconocidas como las más religiosas y organizadas del mundo, entre las cuales están las de San Francisco de Yare, de Cata, de Patanemo, San Millán, Ocumare, Naiguatá, entre otras.

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Qué mejor descripción de esta ceremonia de la Diablada, de las palabras del gran escritor venezolano Juan Liscano (1915-2001) que gracias a él y a un grupo de investigadores folclóricos se dieron la tarea de documentar este gran evento y darlo a conocer.

“San Francisco de Yare era parte de una Venezuela que no había sido transformada por el petróleo…La modestia de su diablada reflejaba la modestia de sus costumbres, la escasez en la que estaban acostumbrados a vivir.

Un jueves de junio de 1947… un grupo del Servicio de Investigaciones Folclóricas Nacionales emprendimos viaje hacia una población cercana de Caracas… San Francisco de Yare… donde se conmemoraba el días de Corpus Chirsti con una danza de diablos…Su rostro, acostumbradamente manso, sus estos mesurados, sus acciones organizadas… quedaban turbadas por un hondo viento atemporal…envolvía a fascinantes figuras de diablos cornudos, vestidos de rojo, quienes entre ruidos de cencerros y golpe del tambor, bailaban con movimientos de posesos frente al portón de la iglesia…Al repicar por tercera vez las campanadas que llamaban a la misa solemne, irrumpía por una de las esquinas de la plaza un impresionante grupo de diablos, al son de un redoblante se aproximaba a templo, bailando, gesticulando, embistiendo a los presentes. Serían como ochenta oficiantes trajeados de rojo tocados en el hombro con una pequeña cruz de palma, cubierta la cabeza con una máscara de cachos, cosida a un largo lienzo del mismo color del traje el cual recaía sobre las espaldas de manera de capucha. En la cintura colgaba una cinaja o un rosario…En la mano derecha agitaban una maraca…El impresionante cortejo alcanzó el portón del templo y se detuvo ante este, bailando hasta el momento que comenzó el sacrificio de la misa.

Entonces los diablos se dejaron caer al suelo y permanecieron postrados en las más diversas actitudes de recogimiento o de contrición. En el momento de la Elevación se pusieron de pie en actitud expectante, tensa, alerta como si fueran a bailar, luego se dejaron caer al suelo. Una vez concluida la misa, la danza se desato en todo su vigor… Por más que se aproximaran no podían cruzar el umbral del templo. Frente a la portada principal ardían la danza y las diabólicas figuras. Al cabo de un rato se formaron dos filas de arrodillados que se hacían frente… Por esa calle de rojas vestimentas… se adelantaron bailando dos altos diablos. Eran el capataz de triple cornamenta y su ayudante… El simbolismo de la mayoría de las figuras de la danza de los diablos descansaba sobre la representación de la cruz…… Y en esa lucha simbólica entre el bien y el mal…el baile se tornaba desesperado. Exageraban e intensificaban os movimientos, mientras el sacerdote alcanzaba al altar mayor y restituía en Divino Cuerpo a su misterio y a su silencio. Los diablos vencidos, emprendidos entonces las últimas jornadas de esta singular y poderosa ceremonia.

mg_1511_rh1433374185Concluida la ceremonia frente a la iglesia donde se celebraba la misa del Corpus, los diablos, encabezados por el Capataz y su ayudante iniciaron el recorrido por el pueblo”

El lenguaje de los Diablos. Ediciones Banesco contigo. Págs. 115 a la 125.

Autor: Carla Soto

Imágenes:

  • http://losdiablosdeyare.blogspot.ca/
  • http://albaciudad.org/2015/06/en-fotos-las-mascaras-de-tradicion-acompanan-a-los-diablos-danzantes-de-yare-en-su-danzar/